Durante más de cincuenta años Cuba ha sido un lugar enigmático para el mundo. El país vivió en una especie de ostracismo que lo apartó del resto del mundo, pero ahora ese mismo desconocimiento atrae cada año millones de visitantes a la isla. Nadie mejor para explicarle a un turista la realidad cubana que Tomás Rodríguez, un hombre que ha vivido en las dos aceras de la historia reciente del país.
Un imponente cartel da la bienvenida a los visitantes a la Casa de Alquiler Mercedes. Su diseño al más puro estilo del realismo socialista, con una gigantesca imagen del guerrillero Ernesto Guevara, invita a visitar Santa Clara. Quién quiera conocer de primera mano la historia de Cuba tras la Revolución instaurada por Fidel Castro en 1959, debe llegar hasta esta casa y conversar con Tomás Rodríguez Durán, el patriarca de este negocio familiar reconocido como uno de los mejores de la ciudad por el sitio TripAdvisor. Quién quiera entender las transformaciones que suceden en la mayor isla del Caribe debe visitar el hogar de Tomás y Mercedes.
Tomás luchó contra el gobierno de Fulgencio Batista en los años 50´ y tras el triunfo del 1 de enero de 1959 entró a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) donde militó por más de tres décadas. En 1989 cumplió misión internacionalista en la República de Angola y un año después recibió el grado de Coronel del Ministerio del Interior en Cuba (MININT).
En 2004 dejó a un lado la vida militar e inauguró su propio negocio. Soulidays visitó su casa de alquiler en la ciudad de Santa Clara, en el centro de Cuba, para conversar con él sobre las transformaciones que suceden en la tierra que tanto ama.
“Decidí montar mi negocio privado por una necesidad económica. Yo me jubilé con un salario que después del período especial, producto de la caída del campo socialista, no daba ni para comprar panes de cuatro pesos. Estábamos viviendo una época de estrictos controles y tomé esa decisión. Fue una decisión fuerte, pero no cedí. Seguí siendo el mismo en mi forma de pensar, de actuar”.
¿Tuvo problemas en aquel momento?
Para muchos aquellas decisiones que tomé eran vistas casi como una traición, pero me decidí a alquilar porque a mí me importaba mucho que los turistas que vinieran a Cuba y conocieran la realidad de la Revolución. Eso me interesaba más que el criterio de tres o cuatro personas que pensaban que yo estaba haciendo algo mal.
¿Esas personas eran antiguos compañeros del ejército?
Algunos, pero los que realmente importan me dijeron que ojalá todos los Coroneles del país decidieran alquilar para que el turismo en Cuba se sintiera más seguro. Yo soy decidido, no me tiembla la mano para tomar decisiones fuertes en la vida. Antes creía que lo que se estaba haciendo en el país era lo mejor y no existían las libertades para el comercio que tenemos hoy. Podríamos hacer una lista de las cosas buenas de la Revolución y de las no tan buenas también.
En esa lista ¿cuáles serían las positivas y cuáles las negativas?
De las buenas podríamos estar hablando muchas horas. La libertad que hay en Cuba, los derechos de los ciudadanos, la igualdad de género, educación y salud gratuitas. Ahora ¿cosas malas que hicimos? Otra lista grande de errores que se cometen cuando se hace una gran revolución como la que hicimos en Cuba, porque la Revolución fue extremista en los primeros años.
¿Se considera extremista?
Yo soy parte de esa generación. Era un extremista, pero yo he evolucionado. Que tenga mi negocio privado y que precisamente sea una casa de alquiler para extranjeros no quiere decir que haya abandonado mis principios revolucionarios. Tengo un compromiso muy grande con mi país y con la Revolución Cubana.
Como revolucionario ¿de qué manera le explica a los visitantes las cosas que Cuba tiene que cambiar?
Realmente cuando los turistas llegan a Cuba creen que vivimos en la miseria. Preguntan por el internet, por la libertad de expresión, por las posibilidades de salir del país, de viajar, del salario del cubano. Pero yo les explico los logros sociales de Cuba con mucho respeto.
¿Y llegan a entender?
A dos meses del deshielo de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos llegaron dos periodistas norteamericanos a la casa, venían buscando información para un artículo sobre la realidad cubana y los convencí de nuestros beneficios sociales. Si pude convencerlos a ellos lo logro con cualquiera.
Tomás usted vivió su juventud en un país bajo el sistema capitalista ¿Considera que con estos cambios Cuba avanza hacia un capitalismo de estado?
Muy interesante. Me gusta mucho tu pregunta porque los extranjeros, europeos sobre todo, me la hacen a menudo. Nosotros no vamos hacia el capitalismo porque la educación sigue siendo gratuita, la salud también. Las grandes empresas siguen siendo estatales, ahora, que pequeños negocios como la hostelería estén en manos de particulares está muy bien.
¿Qué tienen los particulares como usted para ofrecerle a los turistas? ¿Qué tiene la Casa Mercedes para dar?
Mucho amor y mucho cariño. Como ves mi inglés es muy básico pero siempre recibimos a los clientes con alegría. Pienso que la fortaleza para atender al turismo, y que se convierta realmente en una fuente de ingresos al país, es la atención personalizada al turista. La gran mayoría lo que quiere es saber cómo es Cuba. Explicarle cómo funciona el país, la cultura, las costumbres. En este negocio hay que ser honrado.