Con el uso de la doble moneda en Cuba se da una situación casi incomprensible hasta para muchos de los que allí viven, pero esto no es ni nuevo ni totalmente absurdo.
Antecedentes y un por qué
Por circunstancias históricas, mucho antes del 1959, en Cuba circularon varias monedas a la vez, lo que de alguna forma la situación actual no resulta para nada nueva en la isla.
Para poder comprender la situación económica que actualmente se vive en Cuba con el uso de dos monedas se debe primero ubicar su contexto.
Antes del derrumbe del campo socialista en Cuba se vivía con aceptable prosperidad comparado con otros países del área. Entonces los salarios tenían valor y la población recibía muchas gratuidades de parte del gobierno. La situación cambió al derrumbarse la Unión Soviética y producirse el derrumbe del campo socialista. Esto provocó desabastecimiento general en el país y que el gobierno buscara mecanismos para lograr abastecer con productos básicos los mercados.
Entre las medidas tomadas por el estado cubano están la despenalización del dólar, que hasta ese momento estaba prohibido y penalizado por la ley y la conformación de tiendas recaudadoras de divisa (TRD), conocidas también como las chopping, donde se pueden comprar diferentes productos, incluidos muchos de primera necesidad. En esos momentos quedaron en uso tres monedas, el peso cubano (CUP) con el que oficialmente se le paga el salario a la mayoría de los trabajadores; el peso cubano convertible (CUC), moneda que ya existía para uso exclusivo de turistas (equivalente al dólar que pasaba a ser usada por todos) y el dólar norteamericano (USD), que luego de un tiempo se dejó de utilizar en favor del CUC.
Problemas que trae la dualidad monetaria
Aun cuando en un momento dado el uso de varias monedas pudo haber sido una medida necesaria como solución inmediata al complejo problema que enfrentaba el país, trae aparejados efectos secundarios.
Como resultado se logra abastecer al país de algunos productos importados, aunque esto desmotiva la producción interna.
Las principales consecuencias negativas de este problema son que, por un lado, se produce un caos en las mediciones de los costos y valor de los productos. Por otro lado, se causa un bajo poder adquisitivo de la población. Además, se establecen marcadas diferencias entre personas que cobran en una moneda o en otra, o aquellas familias que reciben remesas desde el exterior y otras que no la reciben.
Camino a la unificación de la moneda
Dentro de las reformas económicas que aplica el gobierno actualmente se encuentra la unificación del peso cubano (CUP) con el peso convertible (CUC), para dejar una solo moneda circulante y evitar los traumatismos que origina el tener un sistema monetario doble. Se espera con ello lograr un importante salto en la economía cubana. Pero esto es un proceso largo cuyos resultados no serán inmediatos.