Es La Bodeguita del Medio, ¡lugar que expone pura cubanía de los años 50! Al decir de muchos, es un sitio obligado para casi todos los turistas que visitan la carismática capital de la isla. Quiero adentrarlos en su historia, origen y leyenda.
¿Qué es realmente?
Hoy es un restaurante donde encuentras un típico menú criollo: arroz blanco y frijoles negros, yuca con mojo (aliño o salsa acompañante que se prepara a base de ajo y naranja agria) y tostones, entre otros platos. Todo acompañado de bebidas típicas cubanas, sin que falte el mojito y los tabacos.
El lugar es pequeño y si no reservas con antelación puedes correr el riesgo de no encontrar espacio porque siempre está colmado de visitantes.
Ciertamente es un lugar especial, pero los precios suelen ser inaccesibles a los residentes en la isla. Hoy es básicamente un espacio donde los turistas conocen música y tradiciones de la más genuina cultura cubana, históricamente visitado por personalidades de la política y la cultura de todas partes del mundo.
¿Pero siempre fue así?
Claro que no, en 1942 no era más que una bodega de víveres donde el dueño Ángel Martínez, vendía además algunas bebidas y saladitos para acompañar. Inicialmente nombrada la Bodeguita de Martínez, pero bautizada por los que la visitan como la bodeguita del medio por su ubicación a mediación de la calle Empedrado, muy cerca de la Plaza de la Catedral.
El lugar comienza a ser asiduamente visitado por intelectuales que llegaban allí luego de hacer gestiones en la editora o imprenta de Feliz Ayón, vecino de Martínez. Solo por la demanda de quienes la visitaban es que comienzan a expender platos de comida variada, primero solo a un grupo de amigos, pero luego el número de comensales fue en aumento.
En 1948 el establecimiento da paso a tener las características de la actual Bodeguita del Medio y solo un año después entra como cocinera Silvia Torres, “la china”, que convertiría su arte de cocinar en un negocio de éxito. Es el 26 de abril de 1950 que se inaugura oficialmente como La Bodeguita del Medio.
¿Por qué esta decoración tan peculiar en La Bodeguita del Medio? ¿Quiénes la han visitado?
Según cuentan, la iniciativa fue del periodista Leandro García, quien firmó en la pared del local en día de tertulia. Desde entonces existe la tradición de que las personalidades que la visiten dejen una huella, un recuerdo o se toman fotos que luego son parte de la historia y decoración del sito, aunque lo más común es dejar un simple grafiti.
Entre los visitantes de este emblemático sitio se encuentran: Pablo Neruda, Errol Flynn, Agustín Lara, Brigitte Bardot, Ignacio Villa (Bola de Nieve), Gabriela Mistral, Carlos Mastronardi, Nicolás Guillén (poeta nacional de Cuba), Salvador Allende (quien luego fue presidente de Chile) y Ernest Hermingway (famoso escritor norteamericano que vivió en la isla largos períodos), entre otros.
En el 1959 se cierra el local, sus paredes son pintadas y se perdieron firmas originales. También se pierden algunas de las fotografías de distinguidos visitantes. Gracias a Salvador Allende La Bodeguita del Medio se reabrió, alcanzando a recuperar algunas fotos y otras que fueron donadas, se pudo reconstruir el ambiente de su época y dibujar algunas de las firmas perdidas.
Franquicias de La Bodeguita del Medio
Según Ecured, en la actualidad hay establecimientos con el mismo nombre en otros lugares del mundo tales como Argentina, Bolivia, México, Colombia, Venezuela, Alemania, Inglaterra o Gijón. Sin embargo, el sitio oficial del emblemático restaurante de la isla dice que solo existen siete franquicias, ellas se encuentran en: (1) Ciudad de México, (2) Puerto Vallarta, (3) Guadalajara, (4) Playa del Carmen en Quintana Roo, (5) San José, Costa Rica, (6) Villahermosa en Tabasco, (7) León en Guanajuato.
Lugar único
La mágica de este lugar es única. Es un sitio de obligatoria visita, aunque no alcances a cenar por encontrar todos los espacios ocupados. Tomarse una foto, escuchar la música tradicional de Carlos Puebla o beberse un delicioso mojito es algo a lo que te vas a sentir tentado si llegas a la Habana Vieja.
Sitio inmortalizado por el gran Ernest Hemingway cuando escribió en inglés en una de sus paredes:
“My mojito in “La Bodeguita”, My daiquiri in “El Floridita”.